14 de marzo: Día Mundial de los Ríos vivos

 

El 14 de marzo es el "Día Mundial de los Ríos vivos" o "Día Internacional de Acción contra las represas y en Defensa de los Ríos, el Agua y la Vida". Esta fecha fue adoptada por los participantes del Primer encuentro Internacional de Afectados por las Represas, en el año 1997 en Brasil, coincidiendo con el Día de Acción contra las grandes represas en Brasil.

El objetivo es visibilizar lo que pasa con los ríos en el mundo y a quienes luchan por preservarlos. También esta efeméride es para elevar voces contra los proyectos de gestión del agua que no respetan el ambiente, recuperar el bienestar de las cuencas hidrográficas y exigir acciones equitativas y sostenibles.

A modo de ejemplo, se puede citar lo que ocurre con el río Paraná: 

Actualmente, el ecosistema del río Paraná está sufriendo los efectos perjudiciales que han desencadenado las actividades humanas de explotación indiscriminada. Los proyectos de construcción de represas y otros impedimentos artificiales a lo largo del río Paraná han causado daños irreparables en los ecosistemas del río. Si bien estas represas son una gran fuente de energía hidroeléctrica, no fue considerado el alto impacto ambiental negativo que traería aparejado para la zona.

Durante la construcción de la presa Hidroeléctrica de Itaipu en 1979 en el Paraná, las Cataratas de Guairá se ahogaron por completo en el proceso de creación de la presa. Dichas presas y cursos de agua también han afectado los hábitats acuáticos y terrestres de la flora y la fauna nativas, ya que han puesto en peligro las rutas migratorias de los peces e incluso han desplazado a miles de personas de sus hogares.

La rápida deforestación a lo largo de las orillas del río para la expansión agrícola ha contribuido a la erosión de la tierra, a su vez sobrecargando el río con cantidades masivas de sedimentos erosionados y escombros, y obstaculizando la calidad de los recursos hídricos del Paraná.

Se ha perdido casi el 88% de la superficie original del bosque atlántico en torno al río Paraná, lo que pone en peligro la existencia de gran parte de la flora y la fauna nativas de la región.