miércoles, 14 de octubre de 2020

13 de octubre: Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres

El término desastre se refiere a la alteración que se genera por el impacto de un fenómeno de origen natural o producto de la acción del ser humano, que incide de forma directa en el funcionamiento de una sociedad. Por ello, no puede ser afrontada o resuelta utilizando los recursos propios disponibles en ese momento.

El riesgo es la suma de las posibles pérdidas que ocasionaría un desastre u otro evento adverso en términos de vidas, condiciones de salud, medios de sustento, bienes y servicios, en una comunidad o sociedad particular en un período específico de tiempo en el futuro. 

El peligro se define como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno natural o tecnológico, potencialmente dañino para un periodo de tiempo específico, en una localidad o zona conocidas. En la mayoría de los casos se identifica con el apoyo de la ciencia y tecnología.

En términos de desastres podemos pensar en las inundaciones, los terremotos, los tsunamis, los grandes incendios, pero también una explosión en una planta nuclear.

La Asamblea General de la ONU decidió designar el 13 de octubre como "Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres"  con el propósito de concienciar a los gobiernos y a la opinión pública para que tomen medidas encaminadas a minimizar los riesgos. Asimismo, los desastres, muchos de los cuales se han agravado con el cambio climático, generan un impacto negativo en el desarrollo sostenible y en los resultados deseados.

El Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres de este año 2020, se trata de gobernanza. La buena gobernanza del riesgo de desastres se puede medir en las vidas salvadas, la reducción del número de personas afectadas por los desastres y la reducción de las pérdidas económicas. La COVID-19 y la emergencia climática nos advierten de la necesidad de implementar una visión a largo plazo, con instituciones que planifiquen, que sean competentes y empoderadas, y que actúen en función de evidencia científica a favor del bien común.

Unas buenas estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de desastres deben ser multisectoriales, que incluyan políticas en áreas como el uso de la tierra, los códigos de construcción, la salud pública, la educación, la agricultura, la protección del medio ambiente, la energía, los recursos hídricos, la reducción de la pobreza y la adaptación al cambio climático.

Cada unx de nosotrxs es un eslabón importante para reducir y mitigar los riesgos, conociendo protocolos y atendiendo las indicaciones y consejos de las autoridades.

Fuente: <https://www.un.org/es/observances/disaster-reduction-day>

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